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Día Internacional de la Tierra



Como describe el libro de Génesis, Dios creó el mundo y encargó a la humanidad para que lo cuidara y lo administrara.
La Biblia nos enseña que amar a Dios con todo nuestro ser es uno de los mayores mandamientos. Ello también implica que debemos tratar todo lo que le pertenece con honor, cuidado y respeto, como una expresión de nuestro amor a Dios y a nuestro prójimo.
En el contexto salvadoreño, esto es especialmente importante debido a los muchos desafíos que enfrentamos en términos de pobreza, desigualdad y degradación ambiental. Las comunidades más pobres a menudo sufren los mayores impactos de la contaminación y el deterioro del medio ambiente, siendo los más vulnerables frente a los cambios bruscos que se genera.
Además, la deforestación, la erosión del suelo y la contaminación del agua son problemas graves que afectan la salud y el bienestar de las personas y la biodiversidad del país.
Para abordar estos desafíos, es importante que como cristianos nos involucremos en acciones prácticas para el cuidado de la creación. Esto puede incluir:
• Reducir el consumo de plástico. Usemos bolsas reutilizables, botellas de agua recargables y evitemos los productos con envoltorios innecesarios.
• Apoyar el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles y amigables con el medio ambiente.
• Promover la educación y conciencia sobre la importancia del cuidado de la creación. Por favor no seamos indiferentes.
• Trabajar con organizaciones locales y nacionales para abogar por políticas y prácticas que promuevan el cuidado de la creación y la justicia ambiental.
• Participar en programas de reforestación y conservación de la biodiversidad en nuestras comunidades.
Estas son solo algunas acciones que podemos tomar para cuidar la creación de Dios, pero hay muchas más que podemos hacer. Como cristianos y cristianas, debemos hacer un llamado a otros y otras para que también se unan en este esfuerzo. Debemos educar a nuestras comunidades sobre la importancia de cuidar la tierra y hacerlo parte de nuestro testimonio como seguidores de Cristo.
"La tierra es del Señor, y todo lo que hay en ella" (Salmo 24:1). Es nuestro deber y nuestro privilegio cuidar y proteger la creación de Dios en El Salvador y en todo el mundo.
Cynthia Carranza
Obrera Estudiantil Santa Ana